APOFENIA

Unir por el significado

Desde los tiempos más remotos, el ser humano se ha apasionado por colectar o como decimos actualmente coleccionar; guiado por su curiosidad, ejercita su cerebro para establecer las más variadas, inusitadas y complejas conexiones que le han permitido resolver innumerables incógnitas y afrontar todo tipo de retos.

Es precisamente esta conexión entre curiosidad y coleccionismo a la que apelamos hoy para plantear una serie de posibles conexiones entre las obras, que a lo largo de la historia del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, han estructurado su acervo.

El término griego Apophenia derivado del vocablo Apo “separar, alejar” y Phaínein “aparecer, manifestarse como fenómeno; describe la experiencia de percibir patrones, conexiones o ambos de forma aleatoria o con datos aparentemente sin sentido. Este ha sido el motivo inicial para la curaduría con la que damos inicio a un conjunto de muestras que culminarán con los 60 años de fundación de nuestro museo en el 2026.

Es cierto que nuestra colección inicia con las manifestaciones propias de la entrada de nuestro país en la modernidad a finales de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, un período de grandes cambios a nivel global marcado por la guerra fría entre las dos principales potencias, el auge de los movimientos libertarios de Mayo del 68, los grupos insurgentes en América Latina, África y Asía, la carrera espacial, los avances científicos y tecnológicos, las transformaciones y desigualdades sociales, culturales y económicas.

Seguido por las turbulentas décadas de los setenta, ochenta y noventa, que en el caso Colombiano marcaron el fin de la alternancia política propuesta por el Frente Nacional, la

imposición del Estatuto de Seguridad, el auge del comercio de narcóticos con la consecuente ola de corrupción, financiamiento de grupos al margen de la ley tanto insurgentes como paramilitares, hasta llegar a la horrible noche plagada de asesinatos, atentados, secuestros, sicariato, matanzas y profundo dolor.

El sistema de pensamiento propuesto desde el arte no se enfoca en la solución sino el la profundización de las causas, procesos y consecuencias, de esta forma es una ecuación abierta en la que sus componentes pueden interactuar para obtener diversos resultados, cada uno de ellos válido según el contexto de quien lo formule, o de quien se lo apropie; no es excluyente, dogmático o dominante, más bien es adaptable, fluido y cambiante.

Por estas razones nos atrevemos a invitarlo(s) para que a partir de las obras expuestas en esta curaduría, genere o generen esas conexiones que darán múltiples significados a lo que vivimos, lo que somos o lo que deseamos; no se limiten al plano meramente narrativo, descriptivo o literal, atrévanse a llevar las conexiones a otro nivel, tejiendo ideas personales, sociales, oníricas, subversivas, simbólicas, políticas, poéticas, estéticas, simbióticas… a mayor número de conexiones obtendrán un significado más holístico, pertinente y sólido.

Los ingredientes están servidos, el momento y la oportunidad son ahora; la facultad de reflexionar estéticamente es patrimonio de todo ser social, coherente a la realidad en que vive. Reafirmamos el significado social de la cultura que traspasa los bordes geográficos, políticos o ideológicos.

Gustavo A. Ortiz S.
Director MAC

 Artistas de la colección

María del Pilar Cuellar