El siglo XXI nos ha abierto una visión amplia y compleja, un espacio donde se superponen e intersectan las mas diversas capas del conocimiento, la sociología, la economía , la política y la cultura.

Ya no podemos ser meros espectadores porque estas realidades nos atraviesan, se imponen y nos impulsan a tomar una posición, es decir, ya no cabe la posibilidad de ser neutrales.

Hemos titulado esta curaduría INTERSECCIONES porque vemos nuestra realidad atravesada por vectores que, gracias a las manifestaciones artísticas aquí presentadas, nos ayudan a permear las confluencias, interferencias , complementos y diferencias que la afectan.

Si bien la primera aproximación es la de dos planos que se cruzan uno al otro generando zonas comunes, también es la posibilidad siempre abierta de no mirarnos por lo que nos diferencia sino por lo que nos iguala y en esta premisa se han alcanzado importantes logros en las últimas décadas, basta con mirar el acceso al conocimiento, a la información, a la salud o al bienestar social como conquistas de la humanidad.

Pero fuera de este campo donde se intersectan los logros sociales que benefician el buen vivir, hay inmensas zonas donde predomina la exclusión y la diferencia generada por el mismo temor a perder lo logros alcanzados; fronteras que se abren a las mercancías sin ningún tipo de restricción y a la vez se cierran a tránsito de personas provenientes de la periferia por razones étnicas, de género, religión, ideología o capacidad económica.

También podemos hacer una aproximación etimológica y decir que son los espacios comunes entre dos o más secciones, que traspuestas al plano social nos convocan a establecer las conexiones entre grupos humanos diferentes ya sea por su origen, su pensamiento, su cultura, su lenguaje o su cosmovisión.

Sin lugar a dudas la tecnología ha sido un factor determinante para que en el siglo XXI seamos capaces de vernos tan cercanos como en ninguna otra época de la historia, navegando por calles de ciudades que nunca hemos pisado, escuchando idiomas que no hemos aprendido, degustando sabores y olores totalmente nuevos y lo más importante, haciendo conexiones con personas con las cuales no tenemos la certeza si llegaremos a conocer cara a cara en un tiempo remoto.

Es la magia de la simultaneidad, de las intersecciones sociales, del lejos y cerca, del tiempo comprimido, de la transmisión en vivo y en directo, de la información abrumadora, de los seguidores y los influenciadores, es el título de la película ganadora del Oscar 2023, que no lo puede haber definido mejor: “Todo en todas partes al mismo tiempo”