La saturación de la información y la producción de objetos desmedida e inconsciente que actualmente nos invade, son los sustratos que utiliza la artista  Falon Cañón para la creación y producción de su obra.

Quien, en un ejercicio de respuesta ante el consumismo y despilfarro, no solo de objetos sino también de información, ha hecho de aquello que rechaza y desprecia, un laboratorio experimental de creación artística.

El diseño y creación de máquinas de bajo presupuesto que tienen como objetivo emitir sonido, luz o movimiento, permiten que los destinatarios de las obras interactúen con ellas y  gocen de una experiencia estética más allá de  la contemplación.

Las obras de Falon: desechos de circuitos, motores y partes de aquello que se tira, nos hace preguntarnos, nuevamente, por el valor estético de la obra de arte y su carácter decorativo, pues no sólo lo desplaza, sino que también lucha contra esta categoría, e intenta reivindicar al artista con el oficio de realizar objetos, usando la agudeza de su espíritu, ideas y  manos que insisten en hacer. 

Tatiana Quevedo

Coodinadora de Educación