TESIS 2023
Artistas participantes
Elena Hoyos
LA TRAVESÍA
Un grupo de jóvenes llegó al museo con sus proyectos de grado, en sus rostros se asomaba la incertidumbre, el ansia y la timidez, sus ojos recorrían cada uno de los espacios mientras en su mente imaginaban cómo se vería su trabajo en este rincón, en esta curva, en este espacio vacío, o subiendo la escalera o colgando del gran lucernario central; estaban embriagados de ilusiones, de sueños, de proyecciones.
Poco a poco llegaron las cajas, los rollos, los guacales, las carpetas y cada uno de ellos, cual cirujanos quitaron las películas de vinipel, extrajeron los tornillos de la madera, desenvolvieron las capas de plástico de burbuja y develaron sus creaciones embebidos y orgullosos.
En los tres pisos del museo se escucha una algarabía constante, suben apresuradamente las escaleras, estiran y encogen la cinta métrica, prueban distancias, se hacen guiños, toman fotos, aún los papás de muchos de ellos ayudan en el montaje, traen almuerzos, animan, cuentan anécdotas; los más rezagados piden un martillo prestado, preguntan por un cable, un tornillo o una armella; todo es una sinfonía de voces, taladros, martillos y luces, a veces llega a la cacofonía y otras a compases intermitentes.
El espacio adquiere forma, como una torre de babel se enrosca y asciende hasta alcanzar sus límites; los pasos se hacen ahora más mesurados, las miradas más certeras, las manos señalan, la mente se transporta, en cada sección hay un descubrimiento, aumenta la capacidad de asombro por la diversidad y calidad de los trabajos expuestos. ¿de dónde brota tanta creatividad? ¿qué largo camino recorrieron para llegar hasta el museo? ¿cómo no vimos antes a estos talentos? ¿cómo los convocaron?
A lo largo de cada una de las veinte versiones del Proyecto TESIS hemos sido parte de esta escena siempre cambiante, siempre vibrante donde se encuentran los mejores trabajos de grado de la universidades colombianas y también de algunas invitadas del extranjero.
Una mirada retrospectiva nos permite apreciar el corto trecho que hemos caminado para consolidar la historia del arte contemporáneo colombiano en estas dos primeras décadas del siglo XXI; cómo ha mutado el objetivo de la tesis, de un requisito para obtener un título a transformarse en el primer trabajo profesional de un artista que puede ser exhibido en un museo, validar su experiencia y posicionarlo dentro del campo cultural; cómo se han fortalecido los vínculos entre las universidades y el museo para dar un mayor alcance a los procesos de investigación-creación; cómo se han abierto las posibilidades de movilidad internacional por medio de las alianzas con entidades de Asia, Europa y Latinoamérica; cómo se ha dado continuidad y acompañamiento a los artistas que han participado en este proyecto incluyéndolos en nuestra colección, postulándolos a bienales, curadurías, posgrados, residencias artísticas, ferias de arte y un sinnúmero de convocatorias; cómo configurar un banco de Tesis que sirva de referente a investigadores, docentes, artistas y curadores.
Ahora hay que avanzar; continuar con esta maravillosa aventura, ser más arriesgados! Hay mucho por descubrir, imaginemos las siguientes décadas llenas de posibilidades a nuestro alcance; cual si fuera un escala, hemos ascendido los dos primeros peldaños ¿qué podremos divisar desde el tercero, el cuarto… el décimo? No lo sabremos hasta llegar allí, así que tomemos un respiro y continuemos esta travesía.
Gustavo A. Ortiz S.
Director MAC